LA INTELIGENCIA QUE ANDALUCÍA EXPORTA A OTROS LUGARES, COMO CATALUÑA

 

La virtud, aunque actualmente muchos se empeñen en denostarla, es el valor moral que verdaderamente ha permitido a la Humanidad superar miserias, hambres y enfermedades. Para promoverla, la Real Academia de la Historia instituyó en el siglo XIX el “Premio Nacional a la Virtud” y en 1896 don José del Moral Guijarro, maestro nacional en Mengíbar y Villanueva de la Reina (Andalucía), fue premiado con esa distinción en un acto en el cual actuó como secretario nada menos que don Marcelino Menéndez y Pelayo y como presidente don Antonio Cánovas del Castillo.

Aquel maestro, empeñado en la formación de hombres honrados, también dejó una descendencia dedicada, preferentemente, a la enseñanza, que ha sido ejercida en todos sus niveles, desde la preescolar a la universitaria.

No hace mucho, María Jesús Gutiérrez del Moral, hija de doña Isabel del Moral, nieta de don Diego del Moral y bisnieta de don José del Moral Guijarro, jugaba en la plaza delante de la iglesia de Villanueva, luego, cuando llegó a la juventud y hasta los gorriones del pueblo estaban enamoradísimos de ella, la hicieron reina de las fiestas en 1985. Sus estudios universitarios estuvieron dedicados al Derecho y, cuando consiguió el título de Licenciada decidió que su actividad sería la académica, por lo cual realizó el doctorado en Cataluña, que muy pronto le otorgó una plaza de profesora en la Universidad de Gerona. Ahora, la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación del Gobierno), basada en sus méritos académicos, la acaba de reconocer como Catedrática de Universidad en la rama de conocimiento de Ciencias Sociales y Jurídicas.

María Jesús es una joven y alegre catedrática que, junto a Bernabé, tiene una familia excelente construida con principios humanistas y de servicio a los demás.