Adulto y larva de Capnodis tenebrionis y melocotoneros con los primeros
síntomas indicadores del parasitismo del gusano cabezudo
Los cultivos de frutales tienen una gran
importancia socioeconómica en España, pero en la actualidad ellos están
seriamente atacados por plagas de Capnodis tenebrionis, un insecto que
los agricultores denominan Gusano cabezudo por la cabeza tan grande que muestra
la larva.
La capacidad parasitaria de este insecto –el
adulto se alimenta de los brotes y la larva de las raíces– y su biología,
desarrollada durante gran parte de su vida en el suelo, le hacen peligroso y
difícil de controlar, para lo cual hay que determinar aquellos momentos de su
vida en que es más vulnerable, lo que ocurre en los últimos días del invierno y
en pleno verano.
Los adultos suelen permanecer refugiados e
inactivos entre el ramaje durante el invierno, y los días soleados y encalmados
de final de invierno, con los árboles sin protección foliar, ellos se van a la
parte alta de los frutales, situación que les hace muy vulnerables los tratamientos
insecticidas.
Por otra parte, en los meses centrales del
verano –en Extremadura julio y agosto– los adultos presentan su máxima
actividad reproductora, momento en que es recomendable realizar dos
tratamientos a fin de disminuir o evitar la proliferación del insecto.
El catálogo de insecticidas autorizados en
España contra este insecto en frutales es muy reducido y entre ellos han
mostrado su eficacia diversos insecticidas a base de acetamiprid.
Esta terapéutica: 2-3 aplicaciones de insecticidas
en los momentos indicados, es muy eficaz para combatir las plagas de este
insecto.
JOSE DEL MORAL DE LA VEGA
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