El musicólogo e investigador polaco Piotr Nawrot realizó hace unos años unos estudios en colaboración con universidades de los EE.UU. sobre los depósitos de música descubiertos en las misiones jesuíticas de Moxos y Chiquitos. Esos descubrimientos han asombrado a los conservatorios del mundo al comprobar la excelencia de la música que se componía en los virreinatos de América en los siglos XVII y XVIII, unas composiciones que no tenían nada que envidiar a las que se elaboraban en Europa en aquellos tiempos, entre las cuales destacan la colección del obispo de Trujillo (Perú), el español Baltasar Martínez de Campañón y Bujanda, impulsor de una excelente antología de música popular peruana.
De esa antología es esta danza
interpretada magníficamente por el ballet folclórico nacional peruano, en la cual
aparece muy visible el mestizaje cultural que se produjo entre españoles americanos.
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