La vida del
más allá ha sido un tema que ha preocupado al hombre desde que alcanzó la
racionalidad, una vida “invisible” que ha sido exaltada o desacreditada a lo
largo de la historia al no poder someterse a pruebas experimentales y medibles.
Hasta
ahora, su existencia ha sido producto de la fe, y derivada de la misma la
humanidad ha alcanzado las mayores cotas intelectuales y morales. Muchos de los
casos de descubrimiento de esa vida del más allá están ligados al éxtasis de
personas cuya razón se ha buscado en la psiquiatría, aunque hay otros casos,
como la experiencia vivida por uno de los intelectuales españoles más distinguidos
del siglo XX, el profesor García Morente, un ateo que, sin que él se lo
explicara, vivió una experiencia presencial de Jesús, según el mismo nos
describe, a partir de la cual se hizo creyente y abrazó el cristianismo.
Ahora,
la física cuántica empieza a darnos pistas de esa vida inmaterial, y la medicina
nos describe fenómenos inexplicables que prueban una vida invisible, pero real,
que se superpone a la que sentimos.
Una
persona de la calidad científica del profesor Dr. Manuel Sans Segarra, cirujano
jefe del hospital de Bellvitge (Barcelona) y distinguido por numerosas
instituciones académicas, nos describe con detalle una experiencia que
evidencia una vida que trasciende a la muerte.
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