FELONÍA

En la foto, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez y el secretario de organización del PSOE, junto con los representantes de EH Bildu en el Senado y el Congreso. 13 de octubre de 2023.


Contra todos los presidentes de gobierno se despotrica. Es natural. También es algo pueril… Pero natural. Despotrican, sobre todo, aquellos a los que no les gusta, más que el presidente de turno, la ideología que este supuestamente representa. Da igual entonces que el presidente sea medianamente honrado, medianamente eficaz, medianamente bienhechor… −Medianamente. Sería ingenuo esperar más−. Da igual. Para el despotricador seguirá siendo un inepto y un malvado al que hay que echar. Si sucede lo contrario, que el presidente es de su gusto −o de su conveniencia−, ya puede ser este el más nefasto presidente de la Historia, que no le encontrará ninguna falta; es más, le parecerá absurda cualquier crítica que se le haga.
Ocurre con cada gobierno y con cada presidente. La mayoría de las veces el despotrique no pasa de ahí, pero otras veces la tirria llega a ser determinante, y en esos casos suele ocurrir que se cambie un gobierno medianejo por otro pésimo, además de no del todo deseado …
Pero con Pedro Sánchez no sirve esta reflexión −por supuesto, tampoco sirve despotricar−. No se trata de una manía. Este presidente se ha ganado a conciencia el desprecio, la indignación y el temor que provoca en muchos españoles, yo pienso que en la mayoría. Aunque parte de ella haya decidido permanecer muda.
Sobre todo, sus alianzas con lo más anacrónico y radical del izquierdismo y los grupos separatistas pueden llevar a España a una situación irreversible, que pagaremos, como siempre, todos los españoles, los de hoy y los del mañana, incluidos aquellos que creen que no pasa nada porque los políticos jueguen rompiendo sistemáticamente las reglas del juego, y lo que es peor, jueguen con cosas con las que a ningún gobierno respetable se le ocurriría nunca jugar…



Comentarios