El mestizaje que se produjo entre españoles y americanos a
partir del Descubrimiento del Nuevo Mundo ha sido calificado como el fenómeno cultural
más fecundo de la Humanidad. Contra el mismo se construyó una Leyenda Negra
para desacreditarlo, pero las obras arquitectónicas, académicas, urbanas,
artísticas y tantas otras que hoy contemplamos desautorizan rotundamente esas
críticas. En la actualidad, gracias a los medios de comunicación que hoy poseemos,
vamos constatando y disfrutando de esas obras realizadas por americanos y
españoles.
Respecto a obras musicales, investigaciones realizadas desde
finales del siglo pasado han puesto de manifiesto una enorme cantidad de partituras
del barroco, que al ser ejecutadas han asombrado a las instituciones musicales
más notables del mundo.
Esta obra del siglo XVIII de la colección del navarro Baltasar
Jaime Martínez Compañón, obispo de Trujillo (Perú), es una joya que fue
interpretada en un concierto en una iglesia de Bremen (Holanda) –¡Qué curioso,
los holandeses, que tanto daño han hecho con la Leyenda Negra, se quedan ahora
maravillados con estas obras iberoamericanas! –
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