La Inteligencia Artificial (IA) puede
ser un instrumento potentísimo para el avance de cualquier campo de
conocimiento, el arte, la diversión, etc.; pero su mala utilización puede ser
monstruosa. Con ella y mediante fotos de
niños o personas mayores se pueden elaborar escenas en las que estos aparecen
desnudos y participando en actividades pornográficas. Estas manipulaciones son
graves y delictivas, pero pueden ser aún más graves, como la fabricación de historias
fantásticas y delictivas que se pueden atribuir a personas mediante la
elaboración de imágenes manipuladas.
Actualmente ya hay programas de
IA en el mercado con los que se puede desnudar a cualquier persona de manera
rápida y sin conocimientos especiales de procesado de imágenes.
Eso es lo que han hecho un grupo
de adolescentes de Almendralejo (Extremadura), y con uno de estos programas han
desnudando a más de treinta chicas sin su consentimiento.
Esto se puede considerar una
gamberrada con consecuencias psicológicas negativas para las víctimas y
punitivas para los causantes, pero realmente no es más que un ejemplo pequeñísimo
de los conflictos sociales que la IA, sin control, puede ocasionar a la
sociedad.
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