El mestizaje que surgió del encuentro entre el Viejo y el Nuevo
Mundo no solo produjo una fusión de genes y formas humanas diferentes, sino que
de él nacieron producciones culturales que han asombrado al mundo.
En este vídeo, el flamenco y el jazz, al interpretar el
bolero “Dos Gardenias”, transforman la canción y aparecen matices melódicos americanos,
africanos y europeos, surgiendo una música que nos mueve el alma y espanta las
penas.
Si esta melodía se acompaña con un ron caribeño y se cierran
los ojos se adquiere la propiedad de la ubicuidad y, al abrirlos, es muy
probable que nos encontremos en una calle cualquiera de La Habana o Santo
Domingo.
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