Ilustración de
orugas parásitas de mazorcas de maíz tal y como figuran en la “Historia general
de las cosas de Nueva España”. En ella se aprecia el texto en español y náhuatl.
Después de llevar más de diez años viendo miles de documentos sobre la historia de fenómenos
biológicos referidos a plagas de vegetales, los que más me han asombrado han
sido los correspondientes a los sucedidos en los territorios del Virreinato de
la Nueva España –actualmente México–, fenómenos que evidencian el inconmensurable fruto que produjo el mestizaje entre españoles y americanos.
El franciscano Bernardino de Sahagún fue uno de los primeros misioneros
y, en 1547, con los conocimientos que adquirió sobre la vida de los americanos
y la naturaleza de México, comenzó a escribir la obra “Historia general de las
cosas de Nueva España”, compuesta de 12 libros. En ella aparecen descritos
insectos productores de daños en vegetales:
«Hay muchas maneras de langostas en esta tierra y son como las de
España [...] Hay unos gusanos que los llaman medidores, pues cuando van andando
parece que van midiendo como á palmos, y por eso los llaman tetatama chluhqui
[…] Hay otros gusanos, que les llaman del maíz, críanse dentro de las mazorcas
cuando están verdes, cómenlas y destruyenlas…»
Pero lo verdaderamente asombroso y, si cabe, reverencial, es comprobar
que esa obra está escrita en náhuatl, latín y castellano. Bernardino de Sahagún
aprendió un idioma que carecía de alfabeto y se escribía mediante jeroglíficos,
lo representó gramaticalmente con el alfabeto español y lo integró en las obras
que él escribió para facilitar la enseñanza de los nativos.
Comentarios
Publicar un comentario