Diversas recetas de higo
realizadas por la Escuela Superior de Hostelería de Extremadura –¡Estaban
riquísimos! –
En las familias humildes del sur
de España, hasta los años setenta, la fruta fresca solo se tomaba en verano y
otoño, mientras que los postres en invierno y primavera, exceptuando naranjas y
plátanos, estaban constituidos por frutos secos, principalmente por higos y pan
de higo –unas tortas elaboradas con pasta de higo cocida que se secaba y se
solía rellenar con almendras–.
Estos frutos estaban considerados
una comida de pobres, consideración basada en la ignorancia, porque realmente
este fruto es una joya de la gastronomía, estando recomendado para prevenir la
osteoporosis y, sobre todo, para paliar el estreñimiento.
Extremadura es la Comunidad con
más superficie de higueras de Europa y, actualmente, se ha promovido un
proyecto ambiciosísimo de innovación que aglutina a agricultores, industriales,
hosteleros e investigadores con la intención de optimizar sus producciones y
versatilizar sus presentaciones en el mercado.
Texto e imagen de José Del Moral De la Vega
En el solar de la casa de mis abuelos maternos y en el patio de la escuela en donde enseñaba mi madre había árboles de higos("brevas" les decimos por aquí)por lo tanto son frutos muy apetecidos para mi... aún los disfruto cuando salgo al mercado de la plaza.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mí también me encantan las brevas. Las higueras pueden producir dos frutos cada año, los primeros, muy tempranos en el verano, grandes y jugosos -brevas- y los segundos -higos- más pequeños y tardíos, que son a los que nos referíamos en el post.
ResponderEliminarUn abrazo