En esta foto, realizada por los
años cincuenta en un cortijo de Villanueva de la Reina (Andalucía), aparece un
grupo de mujeres y niños de distinta edad.
Si había algo que definía a la
gran mayoría de los españoles de entonces era la pobreza, característica que se
evidencia en las humildes sandalias o alpargatas que llevan estas mujeres vestidas
“de domingo”. Su calzado es humilde, aunque la sencillez de esas zapatillas
contrasta vivamente con sus peinados bien elaborados –el calzado les era
impuesto por la ruindad del momento, pero el cuidado y la gracia de su peinado
dependía enteramente de ellas, del valor que estas mujeres se daban a sí
mismas–.
Kant distingue entre lo que tiene
precio –se compra y se vende– y lo que tiene dignidad. En estas mujeres la pobreza
se evidenciaba por las alpargatas que llevaban, pero sus peinados nos desvelan el
altísimo sentido que ellas tenían de su dignidad.
Texto de José Del Moral De la Vega
Dignidad, esa nunca se debe perder. Yo usé alpargatas hasta en la época universitaria, pero no me avergoncé jamás a pesar de los ruines que se mofaban.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cierto, Rafael.
ResponderEliminarDecía don Antonio Machado que no hay nada más importante que la dignidad del hombre. Alguien puede ser pobre, desgraciado, enfermo, ignorante..; pero si se tiene conciencia de lo que representa la dignidad personal, se sentirá "hombre"
Un abrazo