No hay idea de calma y plenitud como
la que evoca un campo de trigo ya recolectado, paisaje sin sombras donde todo
no es más que recuerdo de una fertilidad que ya no está.
Un campo de trigo ya recolectado
es una oración de grillos, chicharras y libélulas en silencio.
Un campo de trigo ya recolectado
es una metáfora perfecta de la metamorfosis que cualquier forma de vida
requiere.
Un campo de trigo ya recolectado es
el rastro de un turbión de átomos que llegaron como vibraciones y se
convirtieron en espigas, en pan, canción y alegría.
Un campo de trigo ya recolectado
es, más que nostalgia por lo que se fue, esperanza por lo que, a ciencia
cierta, volverá.
José Del Moral De la Vega
La casa de mis abuelos se levantaba entre campos de trigo... me llevaste hasta aquellos días de siega, trilla y molienda. Mil Gracias.
ResponderEliminarUn placer volver a leerte,
Abrazos.
Muchas gracias, amigo Rafael.
ResponderEliminarUn abrazo.
El ciclo infinito de la vida...Saludos desde mi barbecho.
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