Silent night –Noche de paz– es,
probablemente, la canción representativa de la Navidad, y los coros de voces
blancas los que mejor la interpretan.
Afirma el profesor Gomá Lanzón
que el profeta de Galilea –Jesús– muerto y resucitado, es el modelo de
ejemplaridad perfecta.
La Navidad es la fiesta por el comienzo de la vida de ese personaje
y, quizá por ello, el pueblo llano, consciente de su valor, ha exaltado
históricamente esa conmemoración.
Ahora, la glotonería, lo
libidinoso, el ruido y las baratijas –el consumismo alienador– con que el poder desarma al hombre, han
conducido, paralelamente y quizá de manera interesada, a una devaluación de la
figura de Jesús.
Para los que somos cristianos,
Jesús es el “Verbum caro factum est et habitavit in nobis et vidimus gloriam eius”,
y la Navidad el recuerdo de un hermoso misterio. Para cualquier persona,
ante la miseria moral actual de una gran parte de los gobernantes, la figura de
Jesús es el paradigma de ejemplaridad en la historia de la civilización.
José Del Moral De la Vega
Te deseo felices fiestas
ResponderEliminarde Navidad y Año Nuevo,
pues con cariño de veras
en mi corazón te llevo.
Un abrazo.
Igualmente, amigo Rafael.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo