La nadadora catalana Mireia
Belmonte debería ser todo un ejemplo para los jóvenes españoles.
El deporte es una actividad con
múltiples beneficios físicos y psíquicos, particulares y sociales y por ello,
desde los griegos, es considerado pieza fundamental de nuestra civilización;
pero su enorme interés social genera otro económico y…el dinero todo lo
corrompe.
En la actualidad, el futbol es
una muestra de ello. Sus posibles consecuencias pedagógicas de cara a la
juventud: compañerismo, esfuerzo, respeto por las reglas, etc. son muchas veces
transformadas justo en todo lo contrario y el mensaje que le llega a los jóvenes
es: lo importante es marcar goles aunque sea a costa de individualismo,
drogadicción, trampa…, porque eso te conducirá a la gloria y la riqueza. Los seguidores
de los equipos se comportan, más que como amantes del fútbol, como fanáticos de
su club y los jugadores son comprados y vendidos de uno a otro equipo como
mercenarios, sin otra finalidad que el
dinero. Para rematar el espectáculo, una gran parte de la prensa crea y exalta
un chismoseo indecente sobre entrenadores, jugadores, lujo, novias, amantes… en
su interés de vender, aunque sea basura.
No hace mucho se ha celebrado en
Cataluña un Campeonato Mundial de natación donde los participantes españoles
han tenido una destacada actuación, y en
los cuales Mireia Belmonte ha ganado tres medallas y ha batido dos récords del
mundo (800 y 400 libres en piscina corta). A pesar de su triunfo, de que este
es el resultado de una gran disciplina y esfuerzo, de que tiene que pagarse de
su bolsillo los gastos de participación en los campeonatos, de que su
recompensa económica es nula, etc., Mireia
se lamenta de que su triunfo ha tenido en el público menos repercusión que el
teñido de pelo del futbolista del Real Madrid, Sergio Ramos.
Es posible que las consecuencias de
este fenómeno sean extraordinariamente negativas: muchos padres españoles animarán
a sus hijos a ser un futbolista famoso, aunque sea un indecente, antes que una deportista
sacrificada, pero feliz, como Mireia.
¿Tendrá esto algo que ver, aunque
sea remotamente, con la crisis socioeconómica que padecemos en España?
Es una lástima que algunos deportes sean una fabrica de dinero fácil para unos y otros, afortunadamente aún quedan deportistas sanos que valoran más la satisfacción del triunfo legalmente obtenido que el éxito y el dinero ganado con trampas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cierto, amigo Rafael, por eso debemos estar muy atentos a los manejos del poder para evitar dejarnos confundir.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Amigo, tus visitas y comentarios son muy reconfortantes.
ResponderEliminarUn abrazo.