Cuba
es un extraordinario ejemplo de mestizaje cultural
La
música es un lenguaje difícil de explicar, pero con una capacidad de comunicar
emociones inigualable. Al oír la Comparsa, de Lecuona, uno siente estar en una calle de La Habana, y
sentirlo con la misma o mayor intensidad que si estuviera realmente allí.
Los hechos históricos importantes, al
igual que los volcanes o los tsunamis, son fenómenos que casi siempre nos toman
por sorpresa. Los últimos han sido la caída del “Muro de Berlín” y la crisis
económica mundial. No obstante, estos hechos suelen dar avisos, aunque casi
siempre los reconocemos una vez que el fenómeno se ha producido.
Ahora, es muy probable que estemos en
la antesala de uno de esos fenómenos de importancia histórica: la
transformación del régimen dictatorial cubano en una democracia.
Aparentemente, Cuba es un pequeño país
de América con un gran valor estratégico en el pasado, aunque ahora sin
importancia; pero el valor de los pueblos no tiene que ver, necesariamente, con
su situación o sus riquezas naturales. Lo podemos comprobar con el esplendor de
Tombuctú, en Africa; Petra, en Asia; Albarracín, en España. Ciudades que
llegaron a cotas altísimas de civilización a pesar de estar situadas en medios
de desiertos o eriales, y cuyo éxito está basado en razones antropológicas no
siempre bien conocidas.
Cuba es un ejemplo de ello. Enturbiado
su paisaje actual por la dictadura que sufren, se nos olvida que en el siglo
XVIII, lo que hoy es la zona más desarrollada del mundo, California, era
entonces un corral comparado con el nivel socioeconómico de Cuba. Se nos olvida
que Cuba tuvo ferrocarril antes que España. Y se nos olvida que Cuba tenía
Diputados a Cortes en el Reino de España con el mismo poder que Barcelona o
Cuenca, por ejemplo.
No es fácil descubrir el potencial
cultural de Cuba, aunque hay un fenómeno que puede dar pistas: en los últimos Juegos
olímpicos, competición donde la valoración humana es bastante real, Cuba tuvo
más éxito que países como España, Dinamarca, Suiza, Noruega, Canadá, Suecia,
etc. ¿Cuál es la almendrilla de ese éxito antropológico del pueblo cubano? Difícil
dar con ello, pero es innegable que los cubanos son una magnífica conjunción de
americanos, europeos y africanos; y, científicamente, sabemos que el mestizaje
es una fuente potentísima de mejora de cualquier especie biológica.
Realmente, es muy difícil conocer las
variables socioeconómicas o culturales que definen el valor de un pueblo. En el
caso de este país, yo me quedo con Lecuona, un cubano cuya música trae
recuerdos de las culturas de los tres continentes que originan ese pueblo.
Lecuona, uno de los más importantes compositores del pasado siglo está enterrado en New York. Seguro que cuando sus restos
vuelvan a su isla será señal de que una primavera lujuriante ha comenzado en
esa tierra.
Es muy probable que dentro de muy
poco, en Cuba comience una etapa de progreso que podría marcar un nuevo compás
en el desarrollo de América y el mundo. Los europeos, y sobre todo los
españoles, deberíamos estar muy atentos a ese momento.
Esta
versión de Siboney, junto a un buen ron, son el pasaporte a un paseo celestial.
Solo hay que cerrar los ojos, y…¡a volar!
Texto original de José Del Moral De laVega
hola pepe mi comentario no es solamente por este articulo de cuba es de todos tus articulos yo sabia quetenias buenapluma pero el gusto musicales un lujo y lo del batanejo con el eucalipto suena avillanoverou un beso para flori salud os piter
ResponderEliminarhola pepe mi comentario no es solamente por este articulo de cuba es de todos tus articulos yo sabia quetenias buenapluma pero el gusto musicales un lujo y lo del batanejo con el eucalipto suena avillanoverou un beso para flori salud os piter
ResponderEliminarRealmente, esta música es un lujo, y aunque no se tenga una especial sensibilidad musical, te gusta.
ResponderEliminarSaludos cordiales