La Semana Santa es la fiesta que los emigrantes eligen cada año para regresar al pueblo. Pasos procesionales, penitentes, soldados romanos… Personajes y ambientes que aparecen y desaparecen, con tanta espontaneidad, que cuesta trabajo distinguir lo real de lo virtual.
Hoy es Viernes Santo, el día más grande de la Pascua, y la banda de música, junto a la iglesia, interpreta marchas procesionales.
Marcos, profesor en el Max Planck que siempre viene al pueblo con sus padres, emigrantes en Alemania, disfruta del concierto mientras su atención no puede sustraerse del todo al artículo que tiene entre manos.
“Según la física cuántica, la realidad no son las cosas que observamos, sino la observación que de ellas realizamos”. –Es el principio para cuya comprensión Marcos está buscando una metáfora, cuando un destello surgido de la banda despierta su curiosidad.
En el borde de la tuba que sostiene un músico, como si de un espejo se tratara, aparecen reflejadas las escenas de la procesión que en ese momento está pasando.
Marcos sigue sin encontrar esa dichosa metáfora para su artículo, pero ahora, con ese destello, le ha surgido otro problema: ¿Será la procesión que pasa ahora por la calle la que se refleja en el borde de la tuba, o será, más bien, que la que aparece en el borde del instrumento es la que se proyecta a la calle y se hace realidad?
Hoy es Viernes Santo, el día más grande de la Pascua, y la banda de música, junto a la iglesia, interpreta marchas procesionales.
Marcos, profesor en el Max Planck que siempre viene al pueblo con sus padres, emigrantes en Alemania, disfruta del concierto mientras su atención no puede sustraerse del todo al artículo que tiene entre manos.
“Según la física cuántica, la realidad no son las cosas que observamos, sino la observación que de ellas realizamos”. –Es el principio para cuya comprensión Marcos está buscando una metáfora, cuando un destello surgido de la banda despierta su curiosidad.
En el borde de la tuba que sostiene un músico, como si de un espejo se tratara, aparecen reflejadas las escenas de la procesión que en ese momento está pasando.
Marcos sigue sin encontrar esa dichosa metáfora para su artículo, pero ahora, con ese destello, le ha surgido otro problema: ¿Será la procesión que pasa ahora por la calle la que se refleja en el borde de la tuba, o será, más bien, que la que aparece en el borde del instrumento es la que se proyecta a la calle y se hace realidad?
Imagen y texto originales de José Del Moral De la Vega
¡Qué relato más bonito y sugerente!
ResponderEliminarEl juego de los espejos y de nuevo, el mito de la caverna.
Interesante la cita de la física cuántica. Alguien dijo, creo recordar, que la ciencia y la poesía tienen mucho en común.
Acabas de darnos un precioso ejemplo.
Un gran abrazo
Eso es cierto Matilde. Y por eso a mí me gusta leer a doña María Zambrano.
ResponderEliminarCuando un día los científicos estén a punto de culminar el cielo del conocimiento, les saldrán a recibirlos, contentos, los poetas y los filósofos.
Yo me marcho a mi pueblo a celebrar la Pascua de Resurrección ¿Y tú?
Un fuerte abrazo
Exelente relato y maravillosa imagen¡¡¡¡
ResponderEliminarMe ha encantado¡¡
¡¡Enhorabuena¡¡
Un abrazo
¡Qué bella e interesante manera de conjugar ciencia y espiritualidad, querido José!
ResponderEliminarFíjate qué cosas... La palabra cuántico viene de -quantum-, la unidad más pequeña que constituye la luz, y a su vez, gracias a este tiempo de la Cuaresma, muchos de nosotros podemos ver la -Luz verdadera-...
Gracias por este relato, José.
Un abrazo.
Muchas gracias, José Carlos. Está claro que a tí, todo lo de la tuba te llega al alma.
ResponderEliminarSutilísima reflexión, Angélica. La luz es el instrumento que permite a los físicos excitar y encontrar a las partículas, y el Amor es la luz que nos permite descubrir la esencia de las cosas. Este tiempo es un buen momento para acercarse al Maestro y aprender a manejar ese instrumento.
Feliz Pascua de Resurrección a los dos.
Un abrazo
No pues es del tipo de textos que me gustan Pepe, me ha gustado un montón la analogía entre la ciencia de la materia y la ciencia espiritual. ..Y lo más poderoso es la imagen buscada por Marcos, mejor dicho, por encontrarse.
ResponderEliminarFELICES PASCUAS AMIGO, Un abrazo.
Muchas gracias, Beatriz, por tu visita y tu comentario.
ResponderEliminarFelices Pascuas de Resurrección.
Un abrazo
Es cierto lo que me dices, Pepe. No te puedes imaginar los fotógrafos que se acercan en Semana Santa, sobre todo, para que le ayudes, con la tuba, a buscar una buena instantánea. Creo que buscan, al igual que tu has descrito, la doble mirada de las cosas.
ResponderEliminarUn abrazo
Nos vemos durante estos días en nuestro querido pueblo
El comentario anterior es mio, Pepe.
ResponderEliminarEl comentario anterior es mio, Pepe.
ResponderEliminarJose Carlos Leon
Muy interesante José... Creo que tenía la metáfora delante de sus ojos.
ResponderEliminarNos veremos, José Carlos.
ResponderEliminarCierto Carla. Muchas gracias por tu visita.
Un abrazo a los dos
Que interesante este articulo. La religión con la física cuántica.
ResponderEliminarUn gusto leerte.
Efectivamente, Argentina. La religión y la física cuántica ligan muy bien. Como tú sabes, uno de los físicos más prestigiosos actualmente -Juan Maldacena- es argentino -tendréis Nóbel más pronto que tarde-, y él, que ha sido capaz de relacionar la teoría de la relatividad con la física cuántica -teoría Maldacena de las supercuerdas-, es creyente y reza.
ResponderEliminarFelicidades por ese argentino universal.
Gracias por informarme!
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