Poco a poco, y ya fallecido Carmelo Solís, la estructura de la música polifónica de Extremadura ha ido creciendo y madurando, llegando a niveles impensables al inicio de nuestra democracia. Coros extremeños que interpretaron junto a Alfredo Kraus y Renata Scotto, como el que fundara Carmelo Solís, otros que ganan concursos internacionales, como el Coro de la Universidad de Extremadura, o que se alzan con el Gran premio de Canto Coral, máximo galardón a nivel nacional para coros no profesionales. En este último caso obtenido en dos ocasiones, en el 2005 por el Coro Amadeus de Puebla de la Calzada y en este mismo año por el Coro Arte Vocal de Villanueva de la Serena.
Aetas carmen melodiae, es una obra del compositor valenciano Albert Alcaraz escrita en el año 2005 para la boda de la soprano Carmen Solís González con el director de coro y tenor Víctor Sordo Vicente, siendo estrenada en ese momento por coralistas de gran parte de la geografía española dirigidos por el actual director del Coro del Conservatorio Superior de Música de Badajoz: D. Alonso Gómez Gallego. Esta obra ha sido una de las presentadas al Gran Premio de Canto Coral de este año en la que el Coro Arte Vocal de Villanueva de la Serena, dirigido por Manuel Guisado Rodrigo, se ha alzado con el primer premio.
Aetas, carmen melodiae
Psallat, laudem in Messiae,
Cantico laeticiae.
Numque dignus est honore,
Qui placavit passione,
Patrem omnis gratiae.
Permite a los hombres cantar
un melodioso himno.
Orad al Mesías con un
cántico de júbilo.
Porque es digno de ese honor
quien reconcilió, por su pasión,
el Padre de toda la gracia.
Texto: Jerónimo Del Moral Martínez
Cda vez que les visito,aprendo algo más..
ResponderEliminarY me quedo con un dulce sabor...
Un interesante relato..
Cariños
Mariella
Esperemos que esta música pueda guardarse en su esencia, y no sea tan prostituida al mercadeo y al capitalismo.
ResponderEliminarBesos.
Dicen que la memoria es selectiva, y para que no vayamos mriendo de tristeza poco a poco va borrando los malos recuerdos y se van quedando los más positivos. ¿No sería torpe hablar de negruras para que el tiempo se encargue de borrarlo?Sólo habríamos conseguido aumentar la tristeza de esos momentos y darle un poquito más de respiro a quien queremos ahogar. Así que es bonito el comentario de irse siempre con un dulce sabor...
ResponderEliminarGracias Mariella
Con cariño:
Jerónimo
Por muy prostituida que se encuentre una mujer, si es valiosa, no dejará de serlo...aunque tropecientos señores se la estén perdiendo por querer comerse solo la miga del pan, en su indolencia está su penitencia, no son capaces de disfrutar todo lo que significa un ser humano entregado.
ResponderEliminarLa música es igual, por mucho que se haya frivolizado con piezas tan escuchadas como los conciertos de Brandeburgo de Bach, siempre habrá alguien que la interprete identificándose con la obra, y no intentando que la obra se identifique contigo, y habrá un auditorio que valore ese instante como lo que es, único, porque siempre sonará algo parecido, tal vez, pero nunca igual con lo que despertó en ese momento.
Me alegra que te haya gustado Verbo.
Besos
Jerónimo
Hola mi querido Jerónimo.
ResponderEliminarQué quieres que te diga... ¿Que me ha llegado al alma esta música tan bella, y que he derramado una lágrima al escucharla? Pues sí...
Y es que no solo amo las iglesias Jerónimo, con su interior vestido de ese recogimiento que nos habla mudamente del fervor y la esperanza con el que las almas elevan su corazón a Dios...
También la música sacra cimbra mi ser, delicadamente, porque es como una ofrenda viva de amor con la que complacemos a Nuestro Buen Padre.
Gracias, querido Jerónimo, por este momentito de alegría. En verdad decía San Agustín que quien canta, reza dos veces... Y este extraordinario coro lo hace de una forma maravillosa y especial.
¿Nos traerás más videos de él?
Un beso grande para ti.
En ocasiones, cuando un grupo de personas cantan, incluso sin partitura, sin más orden que la armonía o la monodia, pero colocada la voz sin que roce excesivamente la garganta, aparecen sonidos imposibles que no estaban producidos aparentemente por ninguno de los que cantaban. Son los armónicos particulares de cada una de las voces, característicos de cada timbre y que con un poco de observación podemos provocar y ordenar adecuadamente. Los instrumentos no orgánicos tienen los suyos, pero mucho más pobres, por eso cuando un coro interpreta una música cuidando su afinación, color y timbre, lo que se escucha no parece humano, y de verdad parece que otro coro divino estuviese echándonos un cable en la interpretación...¿quién sabe? El Espíritu Santo no desecha lo que es auténtico, porque quiera el hombre o no quiera, es ahí donde se le escapa al hombre su divinidad heredada y es curioso que las nuevas obras de polifonía que se están componiendo últimamente sean de letra sacra, no siendo ni religiosos e incluso ni creyentes sus autores...Él sabe hacerse encontrar donde nadie lo espera.
ResponderEliminarAdemás, la música junto con las artes plásticas, tienen el privilegio de comunicarnos a todos a pesar de nuestras lenguas, por algo será también, ¿no?
Me alegra que esta música haya cumplido contigo su misión para la que fue escrita, y de que hayas disfrutado con ella.
No sé si de este mismo coro, pero sí haré alguna entrada más entorno a la música.
Otro beso grande para ti Angélica.
Jerónimo
Gracias por tu hermosa respuesta, querido Jerónimo.
ResponderEliminar"... Él sabe hacerse encontrar donde nadie lo espera..."
Tal vez ya te lo han dicho muchas veces, pero esta tarde, deseo que lo sepas por mí... Eres un fiel instrumento de Dios, humilde y puro como lo es Él, pero delicadamente bello y dulce...
Que Nuestro Señor Jesús te siga bendiciendo, Jerónimo querido, y a nosotros también, permitiéndonos seguirte escuchando.
Un beso grandote para ti.
Intento que sea así, el que lo consiga es otra cosa.
ResponderEliminarGracias Angélica.
Otro beso grande pata ti.
Jerónimo