Lo primero que conocí de Javier Viver fue su proyecto escultórico la Anunciación (1998), para la Iglesia de Santa Mónica, en Rivas-Vaciamadrid. Una de esas raras chispas que todavía suelta el arte sacro. Aunque creo que de las esculturas planeadas para Santa Mónica, ésta precísamente no llegó a realizarse. Pero el proyecto ESpHeM (2001) es otra cosa. ESpHeM es el nombre de una empresa dedicada a la promoción y oferta de viviendas; lo que no tendría nada de especial si no fuera porque estas viviendas son inhabitables, parodias de casas, modelos del tipo “móntelo usted mismo”. Una reflexión sobre lo frágil y efímero de nuestro habitar, y una muestra de que la lógica de marketing puede desarrollarse hasta el absurdo más inhumano, sin perder nada de su lógica.
Texto: Diego
Hola querido Diego.
ResponderEliminarBueno, nos muestras una arquitectura completamente original, en cuya ausencia de convencionalismos radica su valor.
Pienso que lo nuevo siempre sorprende, y aún hoy, con todos los grandes adelantos de nuestro tiempo, conocer a una persona como Javier Viver, sorprende y cuestiona al alma.
Muy bella su Anunciación.
Gracias por esta aprotación Diego. Da gusto conocer el mundo a tu lado.
Un beso grande.
Paso a leer y saludar. Muy lindo conocer por medio de tu blog. Un beso, cuidate.
ResponderEliminarMuchas gracias a las dos. El arte actual adolece demasiadas veces de frialdad y racionalismo; está bien encontrar de vez en cuando algo divertido. Y bienvenida, Poetiza, encantados de verte por aquí, esperamos que repitas más veces. Besos
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