Juan del Nogal era un bibliófilo con más de treinta mil volúmenes en su biblioteca. En su juventud, y hasta que marchó a la Universidad, tenía un amigo llamado Benigno, un joven analfabeto porque desde muy niño tuvo que cambiar la escuela por el trabajo en el campo.
Benigno no tenía sentido alguno de la propiedad y sustraía todo aquello que necesitaba: dulces, castañas, bolígrafos…Y como era también muy generoso, robaba para Juan los libros que a éste le gustaban y no podía comprar.
Muchos años después, cuando Juan era ya un célebre profesor, tuvo noticia de que su amigo había muerto de Sida. Entristecido, marchó a su biblioteca y buscó uno de aquellos libros robados.
Detrás de la tapa, en la primera página y debajo del título (Al Oeste del Pecos), aparecía escrito, con una caligrafía bellísima: Regalo de tu amigo Benigno de la Inmaculada. Rincón de los Atarfes, otoño de 1962.
José del Moral De la Vega
¿Cómo José?
ResponderEliminar¿Este cuento es acaso una historia real?
Me ha dejado chinita la piel... Me pregunto cómo puede llegar al alma un mensaje tan nítido, con tan pocas palabras...
Te felicito. Sea o no verdadero, el relato es muy bello, igual que la imagen.
Un beso.
Tienes una intuición prodigiosa. Sería un milagro que una persona analfabeta hubiese podido hacer una dedicatoria con una caligrafía perfecta; pero el relato está basado en una historia real y, ciertamente, entrañable.
ResponderEliminarUn abrazo