Comienzo de una jornada en el campo


Los niños, las mujeres, los hombres, un pájaro de perdiz enjaulado, un mulo sujeto por detrás, los vestidos, los zapatos, las gorras… Actores de una obra real que, con la inocencia de lo virginal, muestran su alma al objetivo de la cámara, de la que surge un retrato inmenso.

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